jueves, 10 de diciembre de 2015

El 2015 solo fue otro enredo

Una vez más los colombianos cerramos un año que empezó con muchas esperanzas y terminó con muy pocas de estas cumplidas. Mucho se habló de la sobre el Proceso de Paz, las elecciones regionales, de la Selección Colombia, Miss Universo, etc. Muchos de estos temas nos dejan un sinsabor, pero en algunos se asoma una esperanza, leve pero la hay.

El 2015 arrancó con optimismo, ilusiones, creencias sobre un año prospero para la economía. Un año en que la economía iba a crecer al ritmo de la locomotora de Santos, pero no del todo fue así, terminamos con un leve crecimiento económico del 3.2%, pero con más desigualdad, con una de las mayores crisis petroleras del país que frenaron todo el sector, con una devaluación del peso colombiano histórica, con un crecimiento del desempleo según el DANE, y finalmente una inflación que tendrá que ser atendida inmediatamente por el Ministro de Hacienda y el Banco de la Republica para el otro año.

 En cuanto al Proceso de Paz una vez más los colombianos terminamos confundidos. Juan Manuel Santos prometió que este año sería el de la paz, como no se logró, en septiembre nos vuelve a prometer con un plazo de 6 meses la refrendación de los acuerdos; es decir ahora nos dice que el 2016 será el año. Ya los colombianos entendimos muy bien que se tratan de calumnias, engaños y enredos. Nuevamente cerramos el año entre la “espada y la pared” con la disyuntiva de un plebiscito, y otra vez se repite esa fea artimaña de las elecciones presidenciales pasadas, si queremos la guerra o la paz, cuando los colombianos lo que necesitamos son soluciones inmediatas para otros problemas superiores que nos agobian.

En educación si nos fuimos para atrás, una ministra Gina Parody que toma las mejores decisiones para su carrera política pero no para los colombianos, las becas de “Ser Pilo Paga” otra ineficiencia del gobierno Santos, deja familias endeudadas y un Icetex prospero, nuevamente este año se repite la hazaña, y se vanaglorian de esta iniciativa cuando lo único que hacen es desviar recursos de la educación pública para beneficiar entidades privadas como Icetex. Ni que decir de Colciencias, con un recorte del 20% (aproximadamente la quinta parte) ¡Qué horror! Así nunca saldremos del subdesarrollo.

Las elecciones regionales lo único que nos dejaron fue la idea clara de que la maquinaria electoral es la que gobierna, dejando a un Vargas Lleras fortalecido y a un Uribe debilitado. En las regiones de la costa las elecciones fueron una grosería, no cabe allí la palabra democracia solo cabe la palabra clientelismo. En lugares centrales del país toma fuerza el voto de opinión, no sé si para bien o para mal, porque algunos se toman en serio la idea de ganar, confundiendo a las personas y dando esa imagen de generadores de opinión cuando son todo lo contrario. ¡Confunde y vencerás!

En fin, el 2015 deja un sinsabor, terminamos el año con un galeón San José que esperemos se quede acá y se congele su venta; sería triste que todo ese valor histórico y patrimonial termine en manos de unos bandidos del gobierno para lograr sus proezas políticas (aunque con Santos y la canciller Holguín no nos hagamos esperanzas). Un plebiscito otra vez como cortina de humo ante problemas más graves que enfrenta el país que nos hará dividir. Terminamos con una Natalia Springer millonaria con más recursos que Colciencias y condecorada por la Fiscalía en manos de Eduardo Montealegre. Solo queda que con estas reflexiones de lo que fue el 2015, la esperanza de que los colombianos despertemos y el 2016 sea mejor para Colombia. ¡¿Hasta cuándo?!


@carlosavilanr 

sábado, 25 de julio de 2015

No más barbarie

No más barbarie

No más actos injustos

Hay actos injustos que provocan un intenso estado de enfado, indignación, irritación, ira, enojo, etc. Actos de barbarie, que ponen a consideración si la raza humana es una raza racional e inteligente. Una especie que piensa en el individualismo, en la forma de conseguir lo que sea sin tener en cuenta la dignidad humana de los demás, ni del entorno que la rodea; ¿Se puede considerar racional?
Hay muchos sectores que son víctimas continuamente de estos actos de injusticia como los niños, los pobres, las mujeres, etc. Esta última durante siglos, ha sido víctima de la insensatez, de la estupidez de los hombres; estos actos actuales reflejan que aunque se avanza en la investigación y descubrimiento de nuevos elementos para mejorar el estilo de vida de los seres humanos y preservar la especie, muy poco se ha avanzado en la protección y respeto que se merece la mujer. Y es que nos vanagloriamos celebrando el día de la madre y la mujer, mientras el resto de los días están oprimidas en una cocina, en una oficina, en el Transmilenio, al acecho de una sociedad incoherente e ignorante. Que sociedad estamos construyendo que hace que las mujeres les de miedo salir, que les de miedo utilizar el transporte público porque están a merced de los enfermos sexuales; pero incluso ese mismo atropello lo sufren en sus casas víctimas del maltrato de sus propios esposos, e inclusive de sus hijos.
Todo esto es una consecuencia de que no se da la debida importancia y reconocimiento de los derechos que tienen las mujeres en la sociedad; la desnaturalización de la raza y del individualismo causa de los modelos económicos mal manejados, están llevando a desconocer la dignidad de las personas, especialmente las mujeres. Reconocer que son la estructura de la sociedad, que son quienes infunden el amor y valores en los hogares, que a pesar de toda la adversidad son cabezas de hogar y sacan sus hijos adelante, que son quienes toman las mejores decisiones en las empresas y organizaciones, que son las mejores líderes; y por eso celebro la participación de dos mujeres en la contienda presidencial, seguramente Colombia sería otra si estuviera al mando de una mujer. Porque hay que quitarnos ese estigma de que las mujeres no tienen las mismas capacidades que los hombres, o estigmas absurdos que si es rubia es bruta, -que sorpresa me he llevado cuando es todo lo contrario- por eso hay que rechazar cualquier clase de discriminación.

Nuevamente celebro algunos hechos en Colombia como la promulgación de la ley en contra del feminicidio que busca fortalecer los mecanismos para prevenir la violencia contra la mujer. No ahondare en cifras porque estas son claras: En Colombia el maltrato contra la mujer esta disparado. Son estas iniciativas que ayudan a reivindicar los derechos a la mujer, pero nos son suficientes. Hago un llamado a mis lectores a ser partícipes del debate y rechazar vehemente cualquier barbarie contra la mujer, y a las mujeres las invito a no callar y a tener en cuenta que ustedes tienen las mismas capacidades que cualquiera. Con esta columna termino mis vacaciones, espero contribuir con algo y finalmente decir: ¡Sin ellas no hay especie humana que perdure! 

Carlos Avilán
@roycob

viernes, 12 de junio de 2015

Compasión por Bogotá

Compasión por Bogotá

Querida Bogotá: ¿En qué momento dejaste de ser una bella metrópoli caracterizada por tu honor a las letras y bellas artes, a pasar a una ciudad maltrecha llena de corrupción? Vivencias que los jóvenes de ahora no tuvimos la oportunidad de apreciar pero que anhelamos con todo nuestro corazón. Ese anhelo de ver a nuestra ciudad convertida en una metrópoli caracterizada por su cultura y desarrollo, cada vez lo vemos más desvanecido con el pasar de los años, ese anhelo se esfuma como humo saliendo de una chimenea. Me parte el alma la idea de nunca verte como te añoro.

Bogotá, es el momento de empezar de nuevo, por favor danos otra oportunidad. No te prometo que vayas a cambiar de la noche a la mañana, eso no solo depende de mí, ni de un grupo de jóvenes, eso depende de todos. Haré todo lo posible para que vuelvan los valores, la cultura, el buen trato, la amabilidad, el orden, eso que alguna vez te caracterizó y está en el vano recuerdo de nuestros abuelos, y que lamentablemente los jóvenes no lo vivimos (solo tenemos tu recuerdo en algunas fotografías). Ese cansancio, ese agotamiento finalmente nos está haciendo perder la cordura, no podemos más, ya no somos capaces de soportar el trato que te han dado. Ese trato que te han dado, lastimosamente si lo vivimos, si lo tenemos en nuestro recuerdo y lo que anhelamos es que no te lo repitan. Es el momento, el momento en que el rio pueda volver a su cauce natural, el momento para devolverte la esperanza, el momento en que por fin seas lo que todos anhelamos.


 Es nuestro deber frenar todo lo que te ha enfermado: esa inseguridad que no deja tranquilos a los ciudadanos, que inclina miradas, que los arrodilla, que los esconde. Esa movilidad que no permite llegar a tiempo a las personas, que estresa, que agobia, que angustia, que lo único que hace es llevarse nuestro tiempo como si este fuera cualquier cosa, cualquier recurso renovable, pero no es así tristemente, razón por lo que es imposible calcular el tiempo perdido en términos monetarios. Esa corrupción que lleva al retraso económico, que devalúa la moneda, que nos hace quedar mal ante los demás, que genera desigualdad, etc. Y tantas otras cosas que te han enfermado. Es momento de recapacitar, hacer un alto en el camino y decir: ¡No más!, estamos cansados, es el momento de aprovechar la oportunidad que nos da la democracia y decirle a quienes NO anhelan ver a Bogotá convertida en la metrópoli soñada: ¡NO MÁS, NO SEGUIRÁN!

@roycob