domingo, 31 de enero de 2016

La visita de Thomas Piketty y Ha Joon Chang a Colombia

No puede pasar desapercibida la visita al Hay Festival en Colombia de Thomas Piketty y Ha Joon Chang, dos grandes de la economía actual. Este francés y coreano traen a Colombia una nueva visión de la economía actual con sus obras culmines y best sellers: El Capital del Siglo XXI (Piketty) y Economía para el 99% de la población (Chang).

Aunque las tesis de Ha Joon son más heterodoxas que las de Piketty, los dos tienen algo en común: el combate al pensamiento dominante de tesis económicas tradicionales y la configuración de un nuevo pensamiento económico contemporáneo.


Piketty en su libro aborda una visión del mundo y recoge esta visión por modelos específicos a través de un análisis cuantitativo. Resaltando los problemas del capitalismo actual que encajan de manera general a la problemática que enfrenta Colombia; donde no es ninguna mentira ni vacilación la falta de transparencia institucional y el declive del sistema de educación actual. Condiciones que hacen proliferar las inequidades y las diferencias abismales entre las clases sociales, haciendo a Colombia uno de los países más desiguales del mundo.

 Por su parte el coreano hace énfasis en la estrategia que han desarrollado los más poderosos del mundo para socavar a los más débiles; por eso no es raro que los países ricos obliguen a los que están en desarrollo a que abran puertas para políticas económicas de libre mercado. Cuando la política económica de esos países en sus principios era netamente proteccionista.

Aunque las ideas heterodoxas no han sido acogidas (afortunadamente) por la academia, hay algunos autores serios, respetables en la academia y visibles que merecen ser atendidos como Piketty y Chang. Aunque las ideas ortodoxas de la escuela de Chicago encabezadas por Milton Friedman han sido las mejores y más exitosas en países desarrollados como Estados Unidos, y en gran medida en Colombia, hay que generar más debate, más ideas para implementar las mejores estrategias en un país tan desigual como Colombia.

Enhorabuena la visita de estas dos figuras intelectuales. Porque no queda la menor duda que para comprender perfectamente el desarrollo e implementación de una política económica se deben examinar tantos las ideas económicas ortodoxas como las heterodoxas.


@carlosavilanr

miércoles, 13 de enero de 2016

Si a la venta de Isagén

Hay que decir que ante una situación como esta, es deber de un buen colombiano saber interpretar y analizar objetivamente las decisiones que toma el gobierno; es decir, la decisión de la venta de un activo importante como lo es Isagén tiene que ser analizado responsablemente desde un punto de vista netamente técnico y no dejarnos llevar por la emoción que produce el titular en los medios.

Desde un punto de vista responsable hay que aclarar que según el Foro Económico Mundial, Colombia ocupa la deshonrosa posición 108 entre 144 países en términos de calidad de transporte, esto sin duda significa el atraso monumental que tenemos en vías de transporte. No hay que tener la menor vacilación al afirmar que la infraestructura de transporte acelera notablemente la economía en cualquier país del mundo (disminuyen costos de transporte y tiempos), según la ANI (Agencia Nacional de Infraestructura) puede aportar alrededor de 5 puntos del PIB para el país; por eso es de suma importancia concentrar la atención en este problema, ya que la ubicación geográfica de Colombia genera muchos problemas al momento de construir y mantener vías de comunicación.

El rubro necesario para mantener y construir vías en Colombia es exorbitante y la única manera de conseguirlo es con una reforma tributaria para subir impuestos. Según analistas existen otros 22 métodos para conseguir financiación como fondos de pensiones, privados, capital de riesgo, etc. pero no son métodos efectivos a corto plazo y Colombia necesita atención inmediata en el mejoramiento de infraestructura.

La venta de Isagén está presupuestada en 6.5 billones de pesos y si se apalancan los recursos por venta de acciones como pretende el gobierno los recursos de esta empresa podrían convertirse en 25 billones para inversión en infraestructura. Anualmente esta empresa produce solo una rentabilidad del 3.5%, recibiendo el país anualmente $89.000 millones, un valor mínimo comparado a su precio de venta.

Hay que aclarar que el sector energético es un sector bastante saludable comparado al sector de infraestructura, gracias a la legislación y decisiones tomadas en los años noventa que permitió la entrada de capital privado, el sector creció inmensamente produciendo gran cantidad de energía. Gracias a otros factores como la riqueza hídrica se ha posicionando a Colombia como potencia de generación eléctrica en la región; por lo tanto el estado no tiene la obligación de manejar –meter mano- en este sector; en cambio sí son necesarias acciones rápidas para el sector infraestructura.
 
No creo en la clase política con la unión de sectores del Partido Liberal, Centro Democrático, Partido Verde y Polo Democrático. Sectores con opiniones sesgadas nada técnicas, atrasadas nada responsables y con tintes de politizar la situación confundiendo a los colombianos. Cuando Samper, Pastrana y Uribe también quisieron vender la empresa en su época, inclusive a menos de la mitad de su valor actual.

Por eso digo sí a la venta Isagen. De nada sirve tener joyas valiosas en nuestra casa si no tenemos para comer, hago una semejanza con la discusión actual. Me preocupa la forma de la venta por subasta, tal vez haya una mejor forma, por otro lado también me preocupa la utilización responsable de los recursos obtenidos por la venta, quiero ser optimista y pensar que el gobierno obrará con responsabilidad; sin embargo las acciones de los últimos años no lo demuestran.

@carlosavilanr