Hay que decir que ante una situación como esta, es deber de
un buen colombiano saber interpretar y analizar objetivamente las decisiones
que toma el gobierno; es decir, la decisión de la venta de un activo importante
como lo es Isagén tiene que ser analizado responsablemente desde un punto de
vista netamente técnico y no dejarnos llevar por la emoción que produce el
titular en los medios.
Desde un punto de vista responsable hay que aclarar que
según el Foro Económico Mundial, Colombia ocupa la deshonrosa posición 108
entre 144 países en términos de calidad de transporte, esto sin duda significa
el atraso monumental que tenemos en vías de transporte. No hay que tener la menor
vacilación al afirmar que la infraestructura de transporte acelera notablemente
la economía en cualquier país del mundo (disminuyen costos de transporte y
tiempos), según la ANI (Agencia Nacional de Infraestructura) puede aportar
alrededor de 5 puntos del PIB para el país; por eso es de suma importancia
concentrar la atención en este problema, ya que la ubicación geográfica de
Colombia genera muchos problemas al momento de construir y mantener vías de
comunicación.
El rubro necesario para mantener y construir vías en
Colombia es exorbitante y la única manera de conseguirlo es con una reforma
tributaria para subir impuestos. Según analistas existen otros 22 métodos para
conseguir financiación como fondos de pensiones, privados, capital de riesgo,
etc. pero no son métodos efectivos a corto plazo y Colombia necesita atención
inmediata en el mejoramiento de infraestructura.
La venta de Isagén está presupuestada en 6.5 billones de
pesos y si se apalancan los recursos por venta de acciones como pretende el gobierno
los recursos de esta empresa podrían convertirse en 25 billones para inversión
en infraestructura. Anualmente esta empresa produce solo una rentabilidad del
3.5%, recibiendo el país anualmente $89.000 millones, un valor mínimo comparado
a su precio de venta.
Hay que aclarar que el sector energético es un sector
bastante saludable comparado al sector de infraestructura, gracias a la
legislación y decisiones tomadas en los años noventa que permitió la entrada de
capital privado, el sector creció inmensamente produciendo gran cantidad de
energía. Gracias a otros factores como la riqueza hídrica se ha posicionando a
Colombia como potencia de generación eléctrica en la región; por lo tanto el
estado no tiene la obligación de manejar –meter mano- en este sector; en cambio
sí son necesarias acciones rápidas para el sector infraestructura.
No creo en la clase política con la unión de sectores del
Partido Liberal, Centro Democrático, Partido Verde y Polo Democrático. Sectores
con opiniones sesgadas nada técnicas, atrasadas nada responsables y con tintes
de politizar la situación confundiendo a los colombianos. Cuando Samper,
Pastrana y Uribe también quisieron vender la empresa en su época, inclusive a
menos de la mitad de su valor actual.
Por eso digo sí a la venta Isagen. De nada sirve tener joyas
valiosas en nuestra casa si no tenemos para comer, hago una semejanza con la
discusión actual. Me preocupa la forma de la venta por subasta, tal vez haya
una mejor forma, por otro lado también me preocupa la utilización responsable
de los recursos obtenidos por la venta, quiero ser optimista y pensar que el
gobierno obrará con responsabilidad; sin embargo las acciones de los últimos
años no lo demuestran.
@carlosavilanr
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