sábado, 2 de agosto de 2014

La enfermedad del Partido Conservador

La enfermedad del Partido Conservador
Por: Carlos Avilan

El Partido Conservador se caracterizó por ser un partido que no ha sido ajeno a la historia colombiana, sin embargo, en los últimos años ha entrado en un trance de desprestigio a razón de que algunos militantes con su falta de conservatismo lo han sumergido en océanos profundos llenos de corrupción, ignorancia, falta de pensamiento, y finalmente lo han llevado a una enfermedad grave. El Partido Conservador sano de Caro y Ospina ya no existe, aquel partido que se ocupaba de crear pensamiento e ideas para una Colombia mejor, hoy en día se ha resuelto a bajar la cabeza y a ser el partido de unos cuantos caciques regionales que a cambio de puestos venden su alma al mejor postor.

Bien decía Álvaro Gómez Hurtado que en Colombia hay mucho conservatimo y muy poco Partido Conservador, la mayoría de los militantes por miedo a perder cuotas burocráticas se dedicaron a no opinar, a no decir, a no defender las tesis conservadoras, como son no abandonar la religión, impero del orden, la justicia, no dejar acorralar las fuerzas armadas, defender la dignidad humana en todas sus dimensiones, defender la importancia de la familia como núcleo de la sociedad, entre otras. Aquel partido sano de Laureano Gómez que invocaba el orden y la justicia, quedo atrás. Todo ese conservatismo que hay en Colombia esta representado en los 7 millones de colombianos que votaron por Oscar Iván Zuluaga, esos mismos que no se sienten representados por lo que se llama Partido Conservador. En Colombia hay una cantidad de gente flotante que no tiene un vocero que represente estas directrices y por lo tanto está a la merced. Es lamentable que personajes como Álvaro Uribe que nunca militó en ese partido por tradición familiar, haya gobernado con esas ideas. Aquel partido rural, tradicional que defendía el agro, es el mismo que en los últimos años ha tenido la cartera del ministerio de agricultura, labor que ha sido nefasta y no tiene nada que ver con la labor que desempeñó algún día el partido.

Hay quienes han querido curar de la enfermedad espantosa que ha tenido el partido en los últimos años, esos quienes, se llaman las bases del partido. Bases lideradas por gente joven, con pensamiento independiente, muy distante de pensamientos astrosos de quienes dicen representarnos en el congreso, son esas bases las que eligieron a Marta Lucia Ramírez como candidata única. Aquel será el único remedio para esta enfermedad que ha alterado al partido en los últimos 30 años y que a causa de su desprestigio, la mala fama, Andrés Pastrana y Marta Lucia Ramírez tuvieron que esconder el nombre del partido en sus respectivas campañas. Ese partido enfermo, infectado, dañado, desgastado está amangualado en el gobierno y máximo bastión de la corrupción liberal (léase Proceso 8000) Juan Manuel Santos.

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